Desmitificando la iluminación
Los que estamos recorriendo el camino para encontrarnos con nuestro ser interior y que buscamos la iluminación como el centro de nuestra práctica interior, hemos escuchado de diversas fuentes conceptos sobre lo que es la iluminación y sobre lo que sucede después de alcanzarla.
Existe un dicho budista sobre la iluminación que siempre me pareció sencillo y enigmático a la vez, pues resoné con él profundamente sin saber por qué, cuando lo escuché por primera vez. El dicho dice así: “antes de la iluminación barría, después de la iluminación barro”. Años después, gracias a las enseñanzas de Adamus logré entender su significado; la vida humana no cambia por el hecho de estar iluminado, lo que cambia es la conciencia con la que se vive.
Adamus Saint Germain ha desmitificado la iluminación en diversas canalizaciones. Una de las que más me ha impactado es cuando afirmó que el ser humano, o mejor nuestro aspecto humano, no es el que se ilumina pues por esencia lo humano es imperfecto y mal haríamos en buscar la perfección en algo que nunca lo será. Lo otro que él afirma es que ya estamos iluminados y que lo que hacemos es recorrer el camino que hicimos para alcanzarlo, ¡interesante concepto! Además nos dice que al iluminarnos no nos convertimos en seres excepcionales o superiores o dotados con poderes especiales; seguiremos teniendo defectos y seguiremos siendo tan humanos como lo hemos sido hasta el momento en que alcancemos la iluminación.
Lo anterior se puede entender mejor con un concepto brillante que también Adamus nos ha dado y es la práctica del Y. Esta práctica nos enseña que al mismo tiempo que estamos en esta dimensión experimentando nuestra humanidad, estamos también experimentando nuestra divinidad, nuestra maestría o nuestro ser superior, como lo queramos llamar. Lo uno no se opone a lo otro sino que esas dos partes se manifiestan al mismo tiempo, sin que existan contradicciones entre sí, sino que lo que se da son complementos de un ser humano con el otro divino.
Adamus prefiere llamar a la iluminación: realización, pues como ya estamos iluminados lo que hacemos al recorrer ese camino para alcanzarla es “darnos cuenta” (“to realize”) de que ya estamos iluminados. Adamus dice que la REALIZACIÓN SE DA CUANDO LA CONCIENCIA Y EL CONOCIMIENTO (knowingness) SE ENCUENTRAN.